El formato actual de la Copa Davis, introducido por el Grupo Kosmos de Gerard Piqué en 2019, no ha logrado satisfacer ni a los aficionados ni a las federaciones nacionales. A pesar de haber sido aprobado inicialmente con un fuerte respaldo, el nuevo sistema ha generado frustración entre las entidades que integran la Federación Internacional de Tenis (ITF), que enfrentan serios problemas financieros al competir en el certamen.
Las preocupaciones por los elevados costos, especialmente para las federaciones de países lejanos a las sedes elegidas, fueron planteadas por el presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), Agustín Calleri, en una reunión con David Haggerty, presidente de la ITF. Argentina, por ejemplo, apenas cubrió los gastos básicos de su participación en Inglaterra, lo que refleja la insostenibilidad del esquema actual para muchas naciones.
Durante el reciente torneo en Mánchester, el equipo argentino dirigido por Guillermo Coria logró clasificar a las Finales de Málaga tras un desempeño que incluyó victorias ante Finlandia y Gran Bretaña, y una derrota ante Canadá. Este será el último año en que se utilice el formato actual para la fase de grupos, ya que a partir de 2025 volverá un modelo más cercano al original.
El nuevo formato previsto para 2025, que será formalizado en el Congreso anual de la ITF en octubre en Hong Kong, combinará elementos del tradicional sistema de eliminación con la etapa final del actual modelo. Así quedará estructurado el calendario:
- Febrero: clasificatorias para el Grupo Mundial, con 16 series mano a mano, disputadas al mejor de cinco partidos y tres sets.
- Septiembre: octavos de final, con partidos en los que un equipo será local, bajo el formato de cinco encuentros al mejor de tres sets.
- Noviembre: la fase Final 8 en Zhuhai, China, donde se disputarán los cuartos, semifinales y final con un formato similar al actual.
El regreso del formato de localías permitirá a las federaciones aumentar sus ingresos y hacer más sostenibles sus participaciones. Para países como Argentina, no poder ser anfitriones ha resultado en una menor recaudación, agravada por la distancia con respecto a las sedes en Europa y Asia.
Desde su última gran modificación, la Copa Davis ha sido criticada por jugadores y fanáticos. Aunque en su momento contó con el apoyo del 70 por ciento de las federaciones, el desgaste económico y la falta de conexión con los hinchas llevaron a la ITF a reconsiderar el formato.
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