Ataque en la Costanera: un acusado se presentó a la Justicia
08-03-2017 | JUDICIALES | SANTA FE
Ataque en la Costanera: un acusado se presentó a la Justicia
Uno de los protagonistas de la pelea se puso a disposición de la Justicia. La defensa desmiente que haya sido un ataque de once contra dos y lamenta las consecuencias sufridas por el denunciante.
Imagen del golpe en la cabeza del joven
una pelea, ocurrida el fin de semana pasado en la Costanera y que tuvo como consecuencia una grave lesión para un joven de 18 años, un abogado se presentó ante el Ministerio Público de la Acusación para poner a disposición de la Justicia a uno de los involucrados.
Bajo el título “Defendió a su novia de unos rugbiers y terminó con fractura de cráneo” publicado el jueves 2 de marzo, El Litoral expuso el caso de Francisco Moya, quien asegura haber sido agredido, junto con su primo menor de edad, por unos once muchachos vinculados a los que definió como “rugbiers”.
El episodio violento, ocurrido en las primeras horas del domingo 26 de febrero en la Costanera, a la altura de avenida Siete Jefes al 3700, derivó en una denuncia en la comisaría 3ra. Sin embargo, el caso llegó a la fiscalía recién una semana después, cuando tomó estado público en los medios.
El fiscal Estanislao Giavedoni ordenó una serie de medidas urgentes, tendientes a recuperar el sumario prevencional, así como el pedido de las cámaras de seguridad de la zona donde se produjo la pelea. A su vez, el viernes pasado le tomó una ampliación de denuncia al muchacho agredido, que afortunadamente se recupera de la grave lesión.
En su declaración, el joven habría ratificado la versión original y aportó al menos cinco nombres de quienes él asegura, participaron de la golpiza. “Esto no va a quedar así. Yo tengo identificado a quienes me pegaron. Y una vez que me recupere los voy a denunciar formalmente”, había dicho a El Litoral Francisco Moya la semana pasada.
Ese mismo jueves por la tarde, el abogado Claudio Torres del Sel se presentó ante el Ministerio Público de la Acusación para poner a disposición a uno de los presuntos agresores. Su cliente reconoció rápidamente al muchacho de la foto del diario, aunque asegura que las cosas no fueron como él las relata.
“Ante la nota fui a poner a la persona a disposición porque no es la versión que contó el chico de once contra dos”, desmintió Del Sel. “Es una falacia total que once personas hayan golpeado a ese pibe”, amplió. En cambio, “hubo una gresca entre cuatro y cinco personas, en la que incluso estuvo gente de Prefectura” y reconoció que tanto él como su cliente “lamentan la lesión sufrida por este chico”.
No obstante desmintió que todas las personas nombradas por la víctima hayan participado de la gresca. “Algunos ni siquiera estaban en el lugar”, sólo que forman parte de un mismo grupo de amigos ligados a un club de rugby y que por eso creen que fueron mencionados. “De los cinco nombres que da sólo uno estaba en el lugar”, reconoció.
>>> “Yo los conozco”
Francisco Moya había asistido con su novia y un grupo de amigos a un cumpleaños que se celebraba en un club de la Costanera, el pasado sábado 25 de febrero. Pasada la medianoche, el grupo decidió abandonar el lugar para dirigirse a la zona de boliches. En el camino, se produjo un altercado en el que terminó con un fuerte golpe en su cabeza.
“Yo los conozco. Son todos rugbiers de un club de la ciudad. Primero le empiezan a gritar cosas al grupo donde iba mi novia. Entonces les digo que ‘paren la mano’. Ellos no me escuchan y cada vez les gritaban cosas peores. Ahí vuelvo y les digo ‘¡Basta… ya está!”,
“En eso el primo de mi novia también enfrenta a uno y le dice que se vaya. Pero este muchacho lo agarró del cuello y amenazaba con pegarle. Como mi primo es menor, yo me desesperé y salí corriendo para separarlos. En ese momento no medí nada porque éramos nosotros dos contra once. No había chances…” (dice con ironía).
“Cuando estoy llegando para ayudarlo siento que me agarran entre varios. Luego uno viene de atrás y me pega directamente en la cabeza, a la altura de la sien. Yo me agaché porque eran muchos. Pero ellos querían seguir pegándome. Logro pararme y empiezo a tambalearme, no veía bien. Todo terminó cuando aparecieron unos hombres de Prefectura y los sacaron”.
>>> Asistencia
Francisco Moya fue asistido por un patrullero tras una llamada al 911, luego fue llevado a la comisaría 3ra. donde dio una breve versión y rápidamente fue asistido por una ambulancia. Como “no quería preocupar a nadie” esa madrugada se fue a dormir, pero el dolor era tan intenso que al día siguiente debió ser hospitalizado al detectar mediante una placa radiográfica que tenía una fractura en el hueso temporal.
Fuente: Sin Mordaza – El Litoral