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Autobiografías: ¿quiénes se atrevieron a contar su propia historia?

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Autobiografias, ¿ego desmedido?

Agatha Christie cuenta en Una Autobiografía -publicada en 1977, a casi dos años de su muerte- además de muchas otras, las aventuras en Egipto junto a su marido, el arqueólogo Max Mallowan. Y aunque había declinado escribir sus memorias -insistentemente hablado con su agente-, entendió que debía a sus lectores una mirada sobre su carácter aunque dejó en claro que no se editaría hasta después de su fallecimiento. Su feliz infancia, el amor de su madre, el adulterio de su esposo recopilados en este libro que ha sido otro de sus grandes títulos y un éxito de ventas.

A Moveable Feast (Un Banquete Movible) es el título que eligió Ernest Hemingway para contar su vida casi como una declaración de principios. Sus primeros años como periodista en París, sus matrimonios, la amistad y las relaciones con gente de la talla como Gertrude Stein, James Joyce, Ezra Pound y John Dos Pasos, son relatados con precisión así como la dirección de cada casa en la que habitó. El libro fue publicado tras su suicidio cuando su cuarta esposa encontró el manuscrito entre sus papeles.

La bella Maya Angelou dice en su título Sé Porqué Canta el Ave Enjaulada (I Know Why the Caged Birds Sings) y demuestra cómo la literatura es más fuerte que el odio y el racismo por el cual tuvo que atravesar. Sus traumas superados gracias a su trabajo como escritora, la violación, su temprana maternidad y la identidad como clave son algunos de los tópicos del libro.

Hemingway, Christie y Angelou

En Vivir para Contarla, el colombiano Gabriel García Márquez da cuenta que El Amor en los Tiempos del Cólera es prácticamente la historia de sus padres y que los recuerdos que unen su infancia y su juventud no han sido más ejes inspiracionales para su obra toda. Una gran guía de lectura para sus novelas y libros de ficción.

Momentos del Ser (Moments of Being) de Virginia Woolf son una serie de ensayos biográficos de la atormentada autora encontrados por su marido tras su suicidio. La obra fue publicada en 1976 y el título fue escogido por el editor quien tomó la línea de una de las obras de la escritora inglesa. El ser como ente realista en contraste al no ser, ese momento de inconsciencia que según cree la Woolf, resulta revelador y un descubrimiento de nuevos sentimientos. Un verdadero ensayo psicológico.

En 1970 y a pedido del The New Yorker, Jorge Luis Borges publica Un Ensayo Autobiográfico, un corto relato de su vida escrito en inglés y acompañado de casi doscientas cincuenta fotografías. Luego será traducido al español y tantísimos otros idiomas. En principio, así lo hizo ante la expresa petición editorial y por temor a que se lo tildara de vanidoso en su propio país. Las reflexiones aquí narradas dan clara intención de su devenir literario. También Adolfo Bioy Casares hizo lo propio en Memorias. El marido de Silvina Ocampo relata su infancia, su particular adolescencia y su vida adulta con personajes de la talla de Borges, justamente.

El gran intelectual de los últimos tiempos, el recordado Umberto Eco destaca en Confesiones de un Joven Novelista que fueron los ensayos sus primeros trabajos que finalmente lo acercaron a la ficción. Resulta un gran taller literario esta autobiografía: detalla cómo se prepara para cada novela, la elección de los personajes, el ambiente que les crea alrededor y hasta cómo manipular las emociones del lector.

A Hellen Keller no la detuvo su condición de ciega y sordomuda para escribir. Esta increíble mujer tuvo una larga y riquísima vida como autora de libros y conferencista asistida por su institutriz y amiga Anne Sullivan. La Historia de mi Vida es sobre todo, su pensamiento y entendimiento sobre la supervivencia y un gran ejemplo de valor.

Antes del Fin de Ernesto Sabato es un libro desgarrador, tanto como su historia misma. El autor de Abbadón el Exterminador toma como excusa su vida propia para dar su visión sobre el humanismo -o la falta del mismo- y la condición humana, su mundo científico, sus muertes más dolorosas, su afinidad con la izquierda política y hasta con el anarquismo más idealista. Uno de los grandes placeres de la lectura.

Anthony Burgess

El Pequeño Wilson y el Gran Dios (Little Wilson and Big God) del inglés Anthony Burgess ganó el premio Ackerley de Autobiografía y según los críticos literarios "es su mejor novela, su obra de arte". Burgess cuenta un período de su vida que comprende entre su nacimiento en 1917 hasta 1959, tiempos en lo que se desempeñaba como maestro en Kuala Lumpur y Borneo. Narra aquí sus días estudiantiles en la universidad de Manchester, su vida militar durante la guerra en Gibraltar y grandes momentos de su vida. Casi una novela picaresca.

El preciso nombre de Memorias de un Ególatra (Memoirs of an Egotist) que eligió Stendhal (Henri Beyle, su verdadero nombre) al momento de escribir su autobiografía quizá haya sido porque lo hizo en trece días. Entre junio y julio de 1832, el autor francés cuenta su vida entre París y Londres y describe momentos muy cándidos con personajes como el Marqués de Lafayette y aunque olvida fechas y confunde eventos, resulta una lectura muy ágil. Enlista sus defectos y virtudes, no duda en exponer sus humillaciones y tonterías (refiere a cierta ocasión de su visita a un burdel que ante la imposibilidad de la relación sexual se ganó el mote de impotente), sus amores y rechazos.

Robert Mapplethorpe y Patti Smith

C.S. Lewis relata con devota profusión en Sorprendido por la Alegría, su conversión al cristianismo de mano de la poética; Stephen King se despoja de los horrores en Mientras Escribo para contar su propia historia y su visión de la literatura. En Just Kids, la cantante y poeta Patti Smith describe su relación de amistad con el fotógrafo Robert Mapplethorpe en un relato crudo y profundamente emotivo; Viviendo mi vida es más un manifiesto sobre su propia vida y su militancia en la que Emma Goldman se despacha como escritora y anarquista. De Profundis es una eterna carta de Oscar Wilde a su amante Lord Alfred Douglas que escribe en la cárcel de Reading donde cumplía sentencia por su calidad de homosexual acusado por el padre de éste y cuenta con un tenor pesado y sentido, su malestar y sentimiento.

Robert Graves comienza a escribir Adiós a Todo Esto en su Inglaterra natal y la culmina en la isla de Mallorca, donde pasará el resto de su vida y aquí describe con dolorosa claridad sus días en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial. Franz Kafka, Dickens, Yeats, Bertrand Russell, Tolstoi, Goethe, Kurt Vonnegut, Neruda, Hume, Henry James, Dostoievski, Simone de Beauvoir, Sartre, Kipling, Camilo José Cela y George Orwell son otros autores que de motu proprio o promovidos por sus editores también dejaron plasmadas sus historias en libros.

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