El domingo por la mañana, un enfrentamiento entre facciones de la barra brava de Unión de Santa Fe terminó en un tiroteo frente a la sede del club. El conflicto comenzó en Bulevar Pellegrini y 1º de Mayo, donde un grupo de hinchas rompió un vehículo, y luego se trasladó al estadio 15 de Abril, donde se produjo el intercambio de disparos.
Vecinos alarmados por las detonaciones alertaron al 911, lo que provocó la intervención policial. Cuatro personas fueron detenidas: dos dentro del estadio Ángel Malvicino, lo que despertó sospechas sobre un posible ocultamiento de armas, y otras dos en las inmediaciones del club. Un líder de la barra logró escapar en una Renault Duster, aunque el vehículo fue encontrado, y el prófugo sigue siendo intensamente buscado.
A raíz de los incidentes, el Ministerio de Seguridad de Santa Fe decidió suspender el uso de bombos y banderas en los cuatro partidos restantes que Unión dispute como local en la Liga Profesional.
Además, en coordinación con el Ministerio de Seguridad de la Nación, se activó el sistema de Tribuna Segura para prohibir el ingreso de los cinco implicados en los disturbios: los cuatro detenidos y el cabecilla de la barra, quien continúa prófugo.
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