Caso Jonathan Herrera: «Se busca callar la voz de la víctima»
05-10-2016 | JUDICIALES | CADENA OH!
Caso Jonathan Herrera: "Se busca callar la voz de la víctima"
Así se expresó Cintia Garcilaso, la abogada querellante de la familia en el caso de Jonathan Herrera y hoy se encuentran realizando una manifestación en los tribunales rosarinos ante un fallo judicial relacionado con el caso.
Cintia Garcilaso
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En comunicación con Sin Mordaza por Cadena OH!, la doctora dijo que “es un giro inesperado en la causa, a raíz de una resolución judicial de Cámara Federal, donde se decretó que se trabaje en conjunto con un solo patrocinio”.
Además, Garcilaso señaló que “desde la multisectorial por la causa de Jonathan Herrera, con todas las organizaciones que la componen, acompañados también por algunos concejales y legisladores, no manifestamos en contra de esta decisión de la unificación de las causas”.
Consultada sobre en qué perjudica esta unificación, la abogada dijo que “esto priva de voz propia a las querellantes, se las puede callar en el proceso pero nunca las van a callar en las calles”.
El caso
El 4 de enero de 2015 Herrera murió bajo balas policiales mientras lavaba el auto frente a su casa de pasaje Villar y Ayacucho. Ayer, el fiscal Spelta contó que los efectivos del Comando llegaron hasta allí persiguiendo a un hombre que había asaltado una juguetería de San Martín y bulevar Seguí.
El móvil 5035 era conducido por el cabo Miguel Angel I. y lo acompañaba la suboficial Gladys G. "Al llegar a Seguí y Alem el supuesto ladrón perdió el control de la moto en la que huía y continuó a pie hacia Ayacucho. En ese momento los policías de la PAT Ramiro Rosales, Luis Sosa, Francisco Rodríguez y Alejandro Gálvez, que iban en un colectivo de la línea 133 observaron lo que sucedía y se bajaron. Entonces los policías de la PAT y Gladys G. dispararon a Herrera que se resguardaba de la persecución inicial".
Herrera recibió un balazo en el pie disparado por Rodríguez y, cuando trataba de protegerse detrás de un árbol, fue alcanzado por un segundo balazo disparado por Rosales que le ingresó en el muslo izquierdo, le atravesó la arteria hipogástrica y se alojó en la cadera. Un tercer tiro, disparado por la policía Gladys G., le rozó el cráneo y le provocó una lesión encefalocraneal. Los dos últimos tiros fueron mortales.
Fuente: Sin Mordaza