El conmovedor mensaje de Margaret Atwood por los femicidios en Argentina
Fue hace apenas unas horas, en la Embajada de Canadá. La celebrada autora canadiense Margaret Atwood compartió un almuerzo con algunas de las mujeres organizadoras de la primera gran marcha de Ni una Menos. Allí, luego de escuchar la experiencia en la Argentina en las campañas masivas por los derechos de las mujeres y en contra de la ola de femicidios, la autora de El cuento de la criada y Alias Grace habló de la necesidad de seguir reclamando y también de lo que significa el cuidado que las mujeres deben tener ante los riesgos de violencia. Habló, también, y con especial énfasis, de la necesidad de dirigirse a los hombres de todas las edades: "Están los hombres que nunca atacarían a una mujer y están los psicópatas, contra los que no se puede hacer nada ni prevenir nada. En el medio de ellos está la mayoría de los hombres, que se rigen según lo que marca el pulso de la sociedad", explicó. Luego de la reunión, Atwood grabó un mensaje muy sencillo, muy directo. Contundente y conmovedor. "Matar a una mujer es atacar a tu país", dijo. Pocas palabras para una idea profunda y necesaria ante una tragedia cotidiana: en la Argentina todavía muere una mujer cada 29 horas.
El embajador Robert Fry y algunos de sus colaboradores participaron del almuerzo, en el que Atwood -quien estaba acompañada por su marido, el escritor Graeme Gisbon- contó experiencias en su país y también habló de Islandia, para señalar que la islandesa es la sociedad donde las mujeres ven sus derechos más respetados que en ninguna parte. También señaló que las mujeres deben aprender a defenderse de posibles ataques y que, más allá de que muchas reclamen que es injusto que sean las mujeres las que tienen que tomar medidas cuando los violentos son los hombres, lo cierto es que la violencia puede estar ahí nomás. "A uno puede gustarle mucho caminar sobre el agua pero por ahora es imposible por lo que, mientras tanto, hay que aprender a nadar",
Atwood volvió a expresar la necesidad de generar un espacio inclusivo en el movimiento de mujeres y cuestionó al fundamentalismo feminista que solo conduce a la división, un tema del que había hablado en profundidad durante la entrevista que mantuvo con Infobae.
Esto es lo que había dicho al respecto:
"Hay mujeres que están hartas del feminismo extremista que les dice que está mal si les gusta un hombre o que deben dejar de lado el maquillaje y usar overoles y botas. ¿Qué se puede hacer? Hay gente que disfruta de decorarse a sí misma, es algo que los seres humanos hacen desde los comienzos de los tiempos. No consideran que tienen que mostrar credenciales de acuerdo a lo que se ponen. Creo que esa clase de gente con ideologías extremas se tornan expulsivas. Hay un ala del movimiento feminista que considera que está mal si tienes hijos. ¡Discúlpenme!¡ Hay muchas mujeres que quieren eso! A algunas les gusta tener niños. ¿Cuál es el problema con los bebés? ¡Los bebés son lindos! Creo que estos movimientos deben volverse más inclusivos, pero lamentablemente hay gente que se torna expulsiva. Así que creen que tienen toda la verdad y nada más que la verdad y consideran que tienen control sobre ella y no quieren a otras mujeres adentro. Creo que fue un error en la Marcha de las mujeres (N. de la R.: se refiere a la protesta masiva que tuvo lugar en Washington el 21 de enero de 2017) excluir a mujeres porque estuvieran, por ejemplo, en contra del aborto. A esas mujeres se les debería permitir estar adentro. Todos deberían poder estar incluidos de acuerdo a sus propias posiciones. Hay que considerar que hay varias agrupaciones de mujeres cristianas y no es bueno decir "los cristianos son malos", ni nada de esas porquerías. Eso no es la realidad y yo estoy a favor de la realidad. Y en la realidad, ocurre que las mujeres son personas. A la vez, en la realidad las personas son extremadamente variadas, con diferentes edades, colores, países, lenguas, niveles económicos, deseos, géneros. ¡Personas! Por eso, ¿por qué las mujeres deberían ser consideradas no-personas? Al final de todo, se trata de derechos humanos".
Por último, la escritora canadiense dijo que no hay que olvidar que los hombres también son afectados por los femicidios, ya que eso es algo que afecta a la totalidad del tejido social. "Piensen en los padres, hermanos, hijos o abuelos que pierden a una familiar. Ellos también son hombres. Por eso ellos también deben participar de las protestas y los actos por los derechos de las mujeres. Y hay que buscar modelos de hombre diferentes y enseñárselos a los más pequeños", concluyó.
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