Un delincuente que estaba preso fue llevado a un hospital de la ciudad de Rosario por una patología y aprovechó un descuido del policía que lo estaba custodiando para escaparse.
Lo particular del caso es que se fugó con las esposas puestas e incluso con el suero que le habían colocado.
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El hombre había sido trasladado al hospital Centenario, de donde finalmente logró huir. Cuando los efectivos se dieron cuenta de la fuga, inmediatamente montaron un operativo para intentar atraparlo. Sin embargo, permanece prófugo.
El hombre estaba preso en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero tras ser condenado por asociación ilícita, robo calificado y privación ilegítima de la libertad.
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