Fan ID, la novedad del Mundial Rusia 2018
02-01-2018 | FUTBOL | RUMBO AL MUNDIAL
Fan ID, la novedad del Mundial Rusia 2018
El control para espectadores que hará Rusia 2018es inédito en los Mundiales de fútbol; una comparación con otros sistemas de ventas de entrada y el camino hacia el reconocimiento facial que ya inició Japón para Tokio 2020.
"My face is my ID." dijo, enérgico, el conductor televisivo cuando un seguridad no lo dejó entrar sin invitación a "la fiesta" en la noche de Miami. Fue a comienzos de los 2000 y la anécdota la mantienen viva unas de las pocas estrellas del rock nacional que todavía quedan. Se había olvidado la invitación en el hotel y efectivamente, su rostro no fue suficiente para que lo identificaran y lo dejaran pasar. Cuando lleguen los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es probable que los rasgos faciales sean más que suficientes para ser identificados al cruzar controles de aeropuertos y escenarios de competición. La tecnología desarrollada por NEC apunta a que al menos los atletas, voluntarios y trabajadores vinculados a los Juegos sean reconocidos mediante un sistema de captura de gestos, movimientos y comportamientos. Pero el deporte todavía está en una estación anterior.
Rusia 2018 se corporiza como el Mundial de mayor control ciudadano de la historia. La apertura en Moscú de uno de los centros de gestión del Fan ID dio continuidad a un proceso que el país organizador inició con la Copa de Confederaciones 2017, sin que la FIFA pudiera opinar sobre el tema. El Fan ID es una tarjeta de identificación que los espectadores precisarán de modo excluyente para poder ver los partidos. Tiene tanto valor como la entrada: sin esa tarjeta no hay acceso posible a los estadios. Los argentinos que no la tengan, por más que se quejen ante los movileros que hagan notas de color antes del Argentina-Islandia, se quedarán afuera.
Cómo funciona el sistema Fan ID para Rusia 2018
Este modo de control es inédito en la historia de las competencias deportivas y desalienta cualquier idea de viaje espontáneo para vivir "el clima del Mundial", con la llegada de turistas que aún sin ir a los estadios contribuyen a generar una atmósfera festiva en las calles. Esa parte del coro se presume quedará para los propios rusos, que también precisarán su Fan ID para ir a la cancha. Los hinchas rusos fueron los más violentos en la Eurocopa 2016 en Francia y animaron algunas peleas detrás del Spartak de Moscú en la Champions League . Que no asomen sus narices en los estadios, en su propia casa, es un objetivo que el Fan ID también tiene para el mercado interno. El resto lo resolverán en las once sedes del Mundial los 14.500 miembros de seguridad privada y 16.500 auxiliares en los estadios, facilmente identificables por sus chalecos flúo que dicen "steward".
En la industria del deporte, los sistemas de venta de tickets son el rubro de mayor evolución gracias al progreso tecnológico. Los equipos de fútbol europeo y las franquicias norteamericanas van camino hacia la eliminación total de la entrada física para dar lugar a los códigos digitales de los dispositivos inteligentes. Clubes como Barcelona y Real Madrid tienen estructuras de venta de entradas que funcionan de manera similar a las plataformas que venden pasajes aéreos, con ofertas de último momento y precios dinámicos. También usan la inteligencia artificial para predecir si un abonado liberará su asiento en un partido y poder mandar ese lugar al canal de reventa. La visión del estadio en 360 grados le permite al aficionado experimentar la sensación de cómo se verá el juego antes del último "click" que confirma la compra.
Cómo vende Barcelona sus entradas digitales
Barcelona tiene una de sus principales fuentes de ingreso en la venta de tickets de aquellos espectadores que visitan la ciudad, quieren ver a Messi en acción y probablemente esa sea la única vez en su vida que pisen el Camp Nou. El espectador ocasional al que se le facilita la compra de la entrada sobre la hora del partido. Se supone que en todo ese camino digital, en el que interviene la organización deportiva en contacto con el fanático en sus redes sociales, se produce la identificación del espectador que finalmente se sentará en la butaca. Los Mundiales, que reciben una gran afluencia de fanáticos extranjeros en un lapso concreto, de algún modo reproducen el viejo orden: precisan que el control se haga evidente.
Rusia activa este protocolo de seguridad como una continuidad de su política de control de identidad constante, que se mantiene con los años aún cuando existan diferentes sistemas de gobierno. Tener que mostrar el pasaporte y explicar el motivo de la visita es una situación habitual para un turista que se toma "selfies" en la Plaza Roja. Aunque el Fan ID lleve en su interior beneficios como los viajes gratuitos en trenes a las sedes de los partidos, lo cierto es que el espectador será controlado durante en cada uno de sus movimientos durante su permanencia en Rusia.
El Fan ID se utilizará desde los 10 días anteriores y posteriores al Mundial. Al ser un documento que tiene tanta importancia como un pasaporte, también desalienta la permanencia en el país fuera de ese lapso. Se podría pensar también que esta manera de identificación y control tiene más que ver con los tiempos que vivimos que con la manera rusa de hacer las cosas. Seguramente las amenazas de ISIS y el terrorismo como hipótesis de conflicto principal de los países desarrollados, contribuyan al uso de la tecnología más avanzada para conocer al detalle cada movimiento de un espectador.
El Fan ID almacena y recupera datos de su portador en tiempo real. Será un verdadero rastreador digital del hincha en Rusia 2018. Por lo menos hasta que en Tokio 2020 nuestro rostro sea suficiente para identificarnos. Y si ponemos cara de buenos, nos dejarán entrar a la fiesta.
Fuente: SM – Canchallena