Con el mercado de pases prácticamente recién comenzado, son pocas las incorporaciones. Al durar cerca de tres meses, muchos especulan y piden quizás más de lo esperado, tanto clubes como jugadores y las cosas se demoran. En el caso de Unión, Federico Vera es el que está en la vidriera.
Tras renovar su contrato, se estipuló una cláusula de rescisión de 800.000 dólares. Para muchos, una cifra baja por ser un jugador titular en un fútbol argentino donde se solicitan números mayores. Tiene que ver con un "compromiso de venta" de los dirigentes tras rechazar en su momento una oferta de Macabi Tel Aviv de Israel y un préstamo de Huracán.
Lluvia de sondeos
El lateral derecho está cómodo y se siente importante en el Tate, pero como cualquier jugador se ilusiona con dar un salto deportivo y, sobre todo, económico, por lo que tiene expectativa de que llegue algo. Se conocieron sondeos de Boca ante la lesión de Lucas Blondel y de Fortaleza de Brasil, que tiene entre sus filas a Imanol Machuca y Emanuel Britez.
Ahora el que habría aparecido con consultas es San Lorenzo, que se desprenderá del sancarlino Agustín Giay, transferido a Palmeiras de Brasil en cerca de 7.500.000 de dólares. Que sea un grande siempre llama la atención, pero vale recordar que el Ciclón le debe "a cada santo una vela". Ni hablar con Unión, al que nunca le pagó los pases de los hermanos Pittón y acudió a un seguro de caución con la empresa Galeno, que perdió el juicio y ahora es quien está abonando.
Mientras surgen rumores, por ahora el club no maneja ofertas. Esto hace que todo sea considerado en potencial y sin generar demasiadas expectativas. Es pieza clave para Cristian González y, si nadie llega con un monto similar a la cláusula, se quedará en Santa Fe.
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