Por orden de un juez Federal, desactivaron una fiesta clandestina en Rosario del Tala 253, zona céntrica de la ciudad de Paraná. Según trascendió, en la misma había más de 150 personas, pero cuando la policía llegó al lugar muchos de los presentes comenzaron a escapar.
La fiesta contaba con música, luces de última generación y máquina de humo. La dueña de la casa se negó a ser notificada y le ofreció dinero a la Policía para que se retire del lugar.
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Ante esta situación, intervino la Justicia Federal que dio la orden de allanamiento. Posteriormente los efectivos ingresaron a la vivienda, notificaron a los jóvenes de la violación del DNU y restricciones en el marco de la pandemia del coronavirus y trasladaron a la División Minoridad a los menores de edad.
Aparentemente, los presentes abonaron una entrada de 250 pesos para ingresar a la fiesta.
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