Como una clara muestra de buena voluntad y en plan de bajarle la tensión política a un encuentro que promete temas calientes, el presidente Mauricio Macri llevará a su reunión en París con el primer ministro francés Emmanuel Macron una buena noticia de la Argentina: la decisión del gobierno de pagar la histórica deuda que el Estado tiene con la empresa francesa Suez por la estatización de la ex Aguas Argentinas.
No se trata de un tema menor si se tiene en cuenta que este litigio lleva más de 10 años y que hubo un fallo del 2015 del Centro Internacional de Arreglos y Diferencias de Inversiones del Banco Mundial (CIADI) que resolvió condenar a la Argentina a pagar más de USD 380 millones por la estatización de la ex Aguas Argentinas, al rechazar el pedido de nulidad del laudo, presentado por el país.
Según destacaron a Infobae fuentes calificadas del Gobierno, la idea de Macri es plantearle a Macron un plan de pagos escalonados para cumplir con la deuda del Estado argentino. También se baraja en estos días la posibilidad de que el pago incluya una quita menor de la deuda. El fallo del CIADI favoreció al grupo francés Suez, a la española Aguas de Barcelona y al grupo francés Vivendi. Pero hasta ahora se sabe que el Presidente sólo llevará la intención de la Argentina de pagar a Suez y negociar con Vivendi. Se estima que el pago podría comenzar a darse en marzo de este mismo año.
La señal que quiere dar Macri ante Macron es doble. Por un lado, distender un encuentro que promete temas muy duros como la negociación entre la Unión Europea y el Mercosur por el acuerdo de libre comercio y el malestar de Francia por la decisión de Argentina de no comprar una flota de de cuatro lanchas de patrullaje para el Ministerio de Defensa. Por otra parte, el mensaje de Macri de pagar la deuda a Suez también implicará una señal de confianza al mundo que busca dar la Argentina en estos momentos en que reclama inversión extranjera para levantar la economía.
"El mensaje del Presidente a Francia de cumplir con el fallo del CIADI también le servirá a la Argentina para lograr confianza externa y potenciar la toma de crédito que, por ejemplo, realizará la empresa estatal AYSA a partir de la semana que viene con participación de capital privado", admitió ante Infobae un destacado funcionario de la Casa Rosada.
El embajador de Francia en la Argentina, Pierre Henri Guignard, había dicho en diciembre pasado en diálogo con Infobae que "falta todavía una inversión de empresas nuevas que vean a la Argentina como punto de aterrizaje en América latina". Y a renglón seguido añadió un párrafo que pareció premonitorio del gesto que ahora quiere dar Macri. Guignard había dicho que "mi esperanza es que este asunto de los litigios con empresas francesas que hubo en el CIADI esté arreglado para la visita de Macri. La resolución de estos temas son una señal muy importante. Esto permitirá invertir en Argentina", dijo.
En este clima de buenas noticias que ahora Macri llevará a Paris el 26 de enero para su reunión con Macron es que se dará ese encuentro. El presidente argentino arribará a Francia luego de su paso por el Foro de Davos y el encuentro que mantendrá la semana que viene con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
En la reunión de Macri y Macron el tema más duro de debate sin dudas será el de la búsqueda de un acuerdo final de libre comercio entre la UE y el Mercosur. Es que este tema estuvo a punto de ser definido en diciembre pasado en Buenos Aires en medio de la cumbre de la OMC pero por reparos que pusieron los franceses todo se frenó. El capítulo relacionado con la exportación de carnes y los productos agrícolas es el que más frenos generó en Paris por la presión de los productores agrícolas no sólo de Francia sino también de Polonia y de otros países de la UE.
Macri quiere cerrar cuanto antes el acuerdo UE-Mercosur para potenciar su imagen de líder regional en América latina y porque cree que será redituable para la economía de ambos bloques. Pero la cuestión no parece sencilla y Francia sigue poniendo objeciones en las reuniones técnicas que se hicieron recientemente en Bruselas.
El otro tema espinoso de la reunión será el de la cancelación de la compra de lanchas patrullas a Francia. Aunque Macri tiene las mejores excusas para plantearle a Macron sobre esa decisión: la inoportunidad de ese gasto del Ministerio de Defensa en medio de la búsqueda del submarino ARA San Juan y la compensación con la compra de cinco aviones franceses Super Etendard que llegaron en octubre pasado tras una operación que se cerró por 12,5 millones de euros.