Honduras celebra unas polémicas elecciones en las que el presidente Juan Orlando Hernández busca un nuevo mandato
Mas de seis millones de hondureños están llamados a votar este domingo en unas polémicas elecciones presidenciales en las cuales el actual mandatario, Juan Orlando Hernández, buscará ser reelecto a pesar de estar limitado por la constitución a un sólo mandato.
Su Partido Nacional, que controla los poderes ejecutivo y legislativo, sostiene que un fallo de la Suprema Corte de 2015 le permite competir aunque la oposición rechaza la posibilidad de que este tribunal pueda ir en contra de la Carta Magna.
Las urnas abrieron este domingo las 07:00 AM hora local (13:00 GMT), y además del ejecutivo se votará a tres vicepresidentes, 128 diputados para el Parlamento local y 20 para el Centroamericano, y 298 alcaldías. El cierre estaba previsto para las 04:00 PM, hora local (22:00 GMT). Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral extendió el horario por una hora. Algunos centros, en tanto, ya cerraron en diferentes partes del país.
Estas elecciones serán monitoreadas por observadores de la Unión Europea y el Parlamento Europeo, en medio de advertencias de la oposición por un posible fraude.
Los miembros de la misión ya se han reunido con el presidente Hernández así como también con sus competidores en la Alianza de Oposición contra la Dictadura, cuyo candidato presidencial es Salvador Nasralla, y del Partido Liberal, que aspira a ganar el poder con Luis Zelaya.
Igualmente han celebrado reuniones con los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, la Misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y representantes de la Coalición de Observación Electoral N-26, conformada por entes hondureños de la sociedad civil.
Honduras, con una población de nueve millones de habitantes y ubicada en el corazón del llamado "Triángulo del Norte" en centroamérica, sufre altos niveles de violencia ligada al narcotráfico y las bandas criminales, y posee una de las tasas de homicidios más altas del mundo.
En el plano político el país aún recuerda el golpe de Estado de 2009, cuando el entonces presidente Manuel Zelaya fue depuesto por el ejército, con apoyo del parlamento, debido a su relación cercana al venezolano Hugo Chávez y sus intentos de cambiar la constitución para ser reelecto.
Con información de AFP y EFE
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