El atacante oriundo de la cordobesa localidad de Calchín, que había hecho su estreno en la Primera División del elenco de Núñez tres años atrás, experimentó un crecimiento meteórico y un rendimiento superlativo en este certamen, a partir de haber hallado –definitivamente- su lugar en la cancha.
Es que el cordobés, que debutó en Primera en octubre de 2018 frente a Aldosivi de Mar del Plata, abandonó la banda derecha como en algún momento resultó alternativa para Gallardo por ese sector y se desempeñó como una suerte de media punta con llegada, de un mediocampista suelto que supo instalarse entre los zagueros rivales y aprovechar cualquier indecisión de ellos para explotar su velocidad.
Es que el pibe la endosó a su juego en este torneo, principalmente, una característica que –tal vez- no había mostrado anteriormente: un tiro certero desde fuera del área, atributo que permitió resolver jeroglíficos, cuando las defensas adversarias se cerraban.
Así pasó en el superclásico de la fecha 14, en el 2-1 frente a Boca Juniors de octubre pasado, cuando Alvarez sorprendió adelantado al arquero Agustín Rossi y estampó el segundo tanto con un disparo colocado, situación que derivó en la consolidación del dominio del equipo de Núñez en aquella tarde de domingo.
"Puedo jugar por la banda, puedo ir como "9", arrancando por detrás o jugando como mediocampista más suelto. En realidad quiero ser una alternativa para el DT para que utilice en el lugar que crea conveniente", dijo el delantero, con una frescura inusual, a la hora de analizar en qué posición puede ser determinante para un equipo que penó por las lesiones, durante el último cuatrimestre.
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A fuerza de ser sinceros, las molestias físicas que aquejaron a Suárez, Braian Romero o el uruguayo Nicolás De la Cruz, en menor medida, le posibilitaron a Julián abrirse camino como titular: jugó 14 partidos desde el arranque en este certamen.
El otro argumento que lo sustentó fueron los festejos (17) y esa facilidad para aparecer en el área con pelota dominada y someter a los guardavallas rivales.
Porque Álvarez hizo goles decisivos que significaron triunfos apretados (doblete en el clásico con Boca o el solitario anticipo para el 1-0 con Platense) o bien se despachó en jornadas de abundancia (triplete en el 3-1 con San Lorenzo; "póker" en el 5-0 sobre Patronato de Paraná)
La cereza del postre en este campeonato de ensueño para el pibe cordobés se dio con las sostenidas convocatorias que el DT Lionel Scaloni le formuló para un seleccionado argentino que ya consiguió el objetivo de clasificarse al Mundial Qatar 2022.
Ahora que Barcelona parece ofrecer una estrategia consistente para apoderarse del pase del delantero (una versión periodística indica que ofertaría cerca de 20 millones de euros para adquirirlo), River deberá resolver qué pretende con el "pibe de oro": si considera que ya cumplió su ciclo en el club y lo transfiere; o bien si apuesta a retenerlo, aunque sea para la próxima Libertadores
La entrada Julián Álvarez, el pibe que fue figura del River campeón se publicó primero en Sin Mordaza.