La Justicia provincial condenó al exdueño de Místico

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03-01-2018 | JUDICIALES | SANTA FE
La Justicia provincial condenó al exdueño de Místico

Fue en el marco de un juicio abreviado que lo sentenció a cuatro años de prisión efectiva por haber utilizado las instalaciones del exbar de la peatonal para facilitar y promover la prostitución.

Mientras la Justicia federal de Santa Fe investiga el rol del exbar Místico y su vínculo con la desaparición de Natalia Acosta en 2009, en el fuero provincial, su expropietario, terminó condenado por haber utilizado las instalaciones para la promoción y facilitamiento de los medios para el ejercicio de la prostitución.

Se trata de Juan Carlos "Pelusa" Cisneros, quien deberá purgar una pena de cuatro años de prisión efectiva. La sentencia estuvo a cargo de la jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Susana Luna, la cual homologó, el pasado 28 de diciembre, el acuerdo celebrado el 13 de diciembre entre el fiscal que instruyó la causa, Omar De Pedro y el abogado particular del imputado, Néstor Oroño.

"Pelusa", como es conocido en la movida de la noche y en la ciudad de Coronda, lugar de donde es oriundo, fue detenido en las primeras horas del 11 de agosto en el marco de una investigación de oficio iniciada por la Agencia de Investigación sobre Trata de Personas dependiente del gobierno provincial.

Desde ese entonces, el exdueño de Místico permaneció detenido, primero en comisarías, y luego en un pabellón de la Unidad Penitenciaria Nº 2 de Las Flores a la espera de ir a juicio oral o ser sobreseído. Un año después, sus intenciones se iban a modificar.

Es que el cierre de un juicio abreviado de Guillermo Poch, el exdueño de El Stud –de 25 de Mayo y Lisandro de la Torre–, y también detenido por el mismo delito, iba a motivar que Cisneros acuerde una condena por medio de su abogado defensor, Oroño. La misma se cerró en diciembre.

De pases, copas y chicas

Los cargos contra Cisneros fueron en base a la situación de ciertas prostitutas y bailarinas que recurrían al espacio. Para la Fiscalía, las mismas eran convocadas por el mismo propietario. Algunas bailaban solamente, mientras que otras llegaban al lugar con el fin de conseguir prostituyentes por medio de la venta de "copas".

Cuando un prostituyente accedía a ir hacia un hotel de la zona, salía con la mujer y al momento de llegar a la puerta se le entregaba un pase de salida.

Para la Fiscalía, esas acciones evidenciaban el delito de promoción y facilitamiento de la prostitución.

En tanto, el hallazgo de preservativos en un reservado del bar y un cuaderno de color rojo con los nombres de las mujeres que se prostituían, fueron otros elementos que utilizó el fiscal para impulsar la imputación contra Cisneros.

Por su parte, los fundamentos del exadministrador se ampararon siempre en que las mujeres llegaban al local de San Martín al 2700 con el fin de trabajar. "Yo les doy la posibilidad de bailar, no les exijo nada. Si quieren bailar con el traje, bailen, si quieren desnudarse, desnúdense", dijo Cisneros en su declaración al juez Héctor Candioti cuando se debatió la prisión preventiva.

"Una vez que salen del negocio –por las prostitutas–, no sé lo que hacen", agregó en torno a los actos sexuales que se realizaban en hoteles de la zona. A su vez, cuestionó en ese entonces: "Si vamos a hablar sobre facilitación, vayamos al Casino y a sus hoteles que tanta protección tienen. Yo personalmente lo he visto".

Una desaparición con el foco en Místico

La condena de Cisneros se da en momentos en que la Justicia Federal impulsa la causa que busca establecer el paradero de Natalia Acosta, la joven que el 29 de mayo del 2009 desapareció de la esquina en donde se prostituía, en 25 de Mayo y Suipacha.

Los investigadores federales sindicaron a un supuesto relacionista público de Místico, Osvaldo Cerri, como quien captó a Acosta para que se prostituya en el local de la peatonal santafesina.

En este sentido, Cisneros reconoció en su declaración en la Fiscalía Federal que Cerri era cliente del bar y que en 2009, con la aparición del Casino el local comenzó a ir en baja por lo que se buscó la apertura del bar los días domingo para competir con otros locales del mismo rubro que por ese entonces se encontraban en la ciudad: El Stud, Club Privado y otros.

"En ese momento me preguntan si yo tengo el dato de alguien que manejara mujeres, y dije que Osvaldo me había ofrecido chicas, así lo tenía agendado en el celular, no sabía su apellido en su momento. Yo llamé a Osvaldo cuando salí de declarar, le dije que venga y ponga la cara porque yo no quería problemas y él me dijo que se iba a comunicar. Luego de esa vez yo no supe nada más. Ni siquiera supe si se presentó a declarar. No me acuerdo de la cara de Osvaldo. Recuerdo que venían un montón de chicas a hablar con Osvaldo y yo les decía que no era el dueño del local, que solo era un cliente más. Se presentó diciendo ser "el mánager".

Los dichos de Cisneros sirvieron para poder establecer que Cerri, presuntamente, merodeó los días previos a Acosta y le ofreció trabajar en Místico, tal como lo indicaron dos testimonios claves en la causa que instruye el fiscal federal Nº 2, Walter Rodríguez.

Por estas horas Cerri se encuentra procesado por el juez Francisco Miño por el delito de trata de personas luego de haberse revelado que la sombra del bar Místico, administrado por Cisneros, fue uno de los puntos claves de la investigación sobre el paradero de Natalia Acosta.

Fuente: Sin Mordaza – UNO

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