Con objeto de monitorear la situación epidemiológica en el país, el presidente Alberto Fernández mantuvo ayer un encuentro con doce gobernadores bajo la premisa de "disminuir la cantidad de contagios", ante lo que se avizora una situación límite.
Si bien del encuentro no participó el mandatario santafesino Omar Perotti, la postura de la Provincia será aguardar definiciones nacionales para adherir a nuevas disposiciones.
El ministro de Gestión Pública, Marcos Corach, adelantó que el próximo domingo, fecha límite al vencimiento del nuevo decreto, el Ejecutivo evaluará los indicadores sanitarios en un panorama poco alentador, por lo que, “seguramente tengamos que restringir algunas actividades", deslizó.
La intención de Nación, a la que adheriría la provincia, estaría relacionada a una mayor reducción de la circulación y de los contactos sociales, por lo que, algunas medidas indirectas podrían aplicarse para desalentar el flujo en las calles.
Aunque el análisis del acatamiento del primer fin de semana de endurecimiento de las restricciones fue “satisfactorio”, la tensión sobre los números de ocupación de camas tanto en efectores públicos como privados (este lunes cerraron en 90 y 93%) obligan a pensar en una profundización de las medidas.
De todos modos, en el seno del gobierno provincial aguardan que este miércoles o jueves el presidente Alberto Fernández haga anuncios donde podrían definir medidas para el área de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o incluso para todo el país.
Mientras tanto, esta mañana, el gremio que nuclea a los docentes oficiales (AMSAFE) acudirá a un encuentro con funcionarios para analizar la situación sanitaria en relación a la presencialidad y la incidencia de los contagios en el ámbito escolar.
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