Lejos de la televisión, la nueva vida de Andrea Campbell como abogada: «Lo que más me apasiona es ganar los juicios»
Mujer de leyes, Andrea Campbell no perdió la soltura y simpatía que la caracterizó durante su etapa como conductora. Sin embargo, se pone firme a la hora de hablar sobre su nueva profesión, la abogacía, y los casos que lleva adelante, relacionados con accidentes.
A principio de año la letrada aprovechó la feria judicial para despuntar un viejo vicio: regresó a la televisión como panelista invitada de Los ángeles de la mañana, en El Trece: "Me divirtió mucho hacerlo, pero con mi trabajo (en un estudio de abogados) me resulta imposible estar todos los días, no dan los horarios. La pasé genial y me encantaría llevar lo jurídico a la tele, porque lo que más sé hacer en la vida es hablar con la gente y la abogacía tiene mucho de eso", contó a Teleshow, durante una pausa que hizo mientas redactaba unos escritos para presentar en Tribunales.
Aunque se recibió de abogada hace nada más que un par de años, las leyes son para ella una vieja pasión: "Cuando terminé el colegio estudié, pero después, cuando empecé en televisión llegó un momento en el que daba de a una materia por año, hasta que dejé, porque en ese momento aparecieron cosas más atractivas".
Ya instalada en los medios, prefirió dedicarse de lleno a la comunicación y estudió periodismo en ETER. Durante su paso por el ciclo Los unos y los otros, comenzó a trabajar en un estudio jurídico y dio las materias que le faltaban para recibirse de abogada: sólo seis.
"Ganar los casos es lo que más me apasiona del derecho", dijo contundente Andrea, que se define como una persona competitiva y estudiosa y aseguró que, dado su pasado como conductora, le cuesta menos hablar con un juez que redactar un escrito.
Sobre cómo es empezar de cero en una profesión a cierta edad, contó: "No era una junior, lo era por lo que sabía, pero no tenía 22, pero la gente me recibió bien y me dieron la oportunidad. También hay que tener el contacto para tener la oportunidad y no hace tanto que me recibí, yo trabajo desde los 15, la cultura de trabajo es importante, es determinante".
Aunque ya era famosa, arrancó bien desde abajo: "Cuando arranqué no tenia matrícula y hacia trabajo mas administrativo. No me molestó, puedo hacer cualquier trabajo, hice de todo".
Cuando arranqué en la abogacía no tenia matrícula y hacia trabajo mas administrativo. No me molestó, puedo hacer cualquier trabajo, hice de todo
¿Qué le diría a la gente que no se anima a pegar el salto a hacer lo que le gusta? "Yo prefiero equivocarme en lugar de arrepentirme de no haberlo hecho, el que hace se equivoca, miedos tenemos todos, pero no me puedo quedar petrificada, prefiero eso antes que la frustración".
Actualmente se dedica a llevar casos de siniestros y seguros: "Me encantan los contratos. Me pongo la camiseta y es porque siempre fui cuestionadora", dijo y se puso enérgica, ya que por su trabajo muchas veces tiene que ver cosas que no le gustan: "No se hacen controles correctamente. No hay consciencia".
Me pongo la camiseta de los casos que llevo, siempre fui cuestionadora
La mamá de Marcos (15) y Esmeralda (11) primero se dedicó al derecho de familia, pero decidió cambiar de rama en busca de algo con mayor celeridad. Además, reconoció que para hacer familia, hay que tener una "personalidad bastante especial".
"Son causas largas donde la gente pone cosas personales. Cuando mi hija era chica le decía 'las princesas no lloran' y mientras analizaba casos, me repetía a mí misma 'y las abogadas tampoco', hasta que me fui endureciendo. Yo me comprometo con el cliente, pero tenés que mantener la frialdad porque sino no podes dar buenos consejos", agregó.
Cuando mi hija era chica le decía ‘las princesas no lloran’ y mientras analizaba casos, me repetía a mí misma ‘y las abogadas tampoco’
¿Qué pasa en Tribunales cuando la reconocen de la tele? "Termino una mediación y me piden una selfie, está buenísimo. Los colegas fueron muy generosos y muy buena gente, siempre tuve buena recepción, me tratan como si me conocieran de antes".
Termino una mediación y me piden una selfie
Su límite en la profesión: "No defendería a un violador o un pedófilo, más allá de que no hago penal".
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