El Concejo Municipal aprobó este miércoles modificaciones al Reglamento de Ordenamiento Urbano, en base a un mensaje que envió el Ejecutivo y a las modificaciones consensuadas en las comisiones. En términos generales, se buscó hacer aportes para futuras estrategias ambientales y potenciar las oportunidades de articulación público-privada, teniendo en cuenta que la expansión de la ciudad requiere adaptaciones de las normativas urbanísticas.
El concejal Lucas Simoniello, uno de los ediles que trabajó en esta readecuación, explicó que “reformar la normativa del convenio urbanístico de la ciudad de Santa Fe es definir cómo queremos crecer y potenciar a la ciudad y cómo generar reglas claras para todos. En los últimos años, la ciudad ha crecido mucho, pero algunos barrios siguen con déficits en materia de infraestructura como asfalto, cloacas, y servicios como luz y gas. El desafío que tenemos todos como ciudad es resolver de manera urgente estas deudas, si queremos estar a la altura de las nuevas demandas que nos plantea el siglo XXI”.
Consultado por los aspectos más relevantes de la normativa, Simoniello destacó dos: “En primer lugar, estamos de acuerdo con que se permitan construir más metros cuadrados en cada parcela como hasta hoy sucede, pero planteamos que esto dependa de las condiciones de sostenibilidad de los proyectos, con que se incorporen estrategias ambientales y existan beneficios sociales y económicos que le aporte a la comunidad”.
Lo que se busca de este modo, es que quien sea propietario o inquilino se vea beneficiado con inmuebles en mejores condiciones de iluminación natural y ventilación, menor consumo de recursos como el agua, la energía o el gas para calefaccionar o refrigerar sus hogares impactando positivamente en las tarifas y en una mejor convivencia en el espacio público inmediato.
En segundo lugar, la modificación del código procura que la cantidad de metros cuadrados adicionales para la construcción pasen a estar vinculados al aporte del sector privado en las dinámicas urbanas. La innovación consiste, específicamente, en que un porcentaje de los metros cuadrados que se permitan construir ya no sean otorgados por normativa, pasando a estar disponibles para ser comprados por los interesados, a un valor que dependerá de la magnitud de las obras en cuestión.
Esto permitirá la articulación público privada, generando recursos para obras públicas, las cuales deberán ser definidas por el Concejo y evitando, a su vez, que esos recursos vayan a rentas generales o a gastos corrientes como el pago de sueldos. “En definitiva, proponemos construir juntos una mejor ciudad, movilizando recursos que permitan tener más obras. Esta combinación de herramientas es innovadora y aportan como acciones positivas frente al cambio climático”.
Consultado por la importancia de estas modificaciones para la ciudad, Simoniello destacó que “desde Encuentro, venimos hace 4 años trabajando en equipo técnicos y con distintos actores de la sociedad civil, colegio de arquitectos, emprendedores y empresarios. Este diálogo y trabajo sostenido nos permitió realizar aportes muy importantes al Código de Habitabilidad y ahora a esta nueva propuesta. Nuestra prioridad es poner en el centro a los vecinos, mejorar su calidad de vida y que la ciudad se potencie”.
Tratamiento en el Concejo
Por su parte, la concejala Cecilia Battistutti explicó que “el proceso de construcción de esta norma fue enriquecido por el trabajo que hemos realizado desde la Comisión de Planeamiento, como también, al convocar actores claves como la Cámara de la Construcción y el Colegio de Arquitectos para su tratamiento. Al mismo tiempo, quiero destacar que esta norma incorpora la posibilidad de las estrategias ambientales, es decir, todos aquellos desarrollos que quieran obtener mayor edificabilidad van a poder hacerlo a partir de estas estrategias, propiciando un desarrollo más sustentable, más sostenible y ambientalmente más unificado a la dinámica de la ciudad, lo que se conoce como los convenios de plusvalía urbana”.
“Van a permitir crecer hasta en un 30% esa edificabilidad en un convenio con el Departamento Ejecutivo Municipal, donde además se actualizan los valores de esa plusvalía y lo más importante, que esa plusvalía va a poder llegar a la ciudad a través de un fondo de obras que se van a aprobar con el presupuesto anual y que, de alguna manera, toman las prioridades que el Departamento Ejecutivo Municipal tenga para desarrollar, ya sea obras de infraestructura de servicios en distintos barrios de la ciudad u obras de arquitectura como puede ser el cantero central de Boulevard o la recuperación de algún espacio público”, completó Battistutti.
Durante la sesión de este jueves, sumó su palabra sobre el tema la concejala Jorgelina Mudallel al afirmar que “es muy importante esta ordenanza que viene a modificar criterios de edificabilidad para poder planificar la urbanización de la ciudad de Santa Fe. En ese sentido consideramos muy importante el fondo de obras estratégicas para la ciudad, que surge a partir de los convenios de plusvalía urbana”.
“Queremos controlar que esos fondos sean obras que la ciudad de Santa Fe necesite para permitir que las personas que vivan en distintas zonas, tengan la garantía que los servicios no colapsen y a su vez garantizar el control por parte del Concejo Municipal que lo que excede de esa plusvalía urbana sea estratégicamente pensado para obras que las ciudad necesita y que se ejecuten”, finalizó Mudallel.
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