El futbolista peruano Paolo Guerrero aseguró el viernes que no ha consumido sustancias prohibidas, luego de que el "resultado analítico adverso" de un control antidopaje llevó a la FIFA a suspenderlo por 30 días y lo excluyó del repechaje para el Mundial de Rusia 2018.
La suspensión impidió que Guerrero, de 33 años, enfrente a Nueva Zelanda en los partidos del sábado 11 y el miercoles 15 de noviembre, que podrían clasificar a Perú a un mundial por primera vez desde 1982.
"Yo no he hecho absolutamente nada, estoy probando que soy inocente, tengo 16 años de carrera, me sometí a 30.000 millones de exámenes antidoping y nunca tuve absolutamente nada", dijo Guerrero a Canal N.
"Esto es muy injusto para mí, me duele mucho (…) pero nadie me para, es una lucha, sé que voy a probar que soy inocente", agregó.
Guerrero afirmó que la FIFA rechazó su pedido para que se levantara la suspensión y pudiera jugar el partido de vuelta en Lima la próxima semana, al tiempo que rechazó las acusaciones que están perjudicando su carrera y su imagen.
Me siento muy triste de no estar apoyando a mis compañeros ahora
"Me siento muy triste de no estar apoyando a mis compañeros ahora, es un momento muy doloroso porque yo merecía jugar esos dos partidos y me quitaron, me sacaron de estos dos partidos", precisó Guerrero.
"Hice un pedido a la FIFA para que me anulen esa suspensión y poder estar el partido del 15, no la aceptaron y estoy ahora en (el proceso de) demostrar mi inocencia", agregó.
La Federación Peruana de Fútbol (FPF) dijo que se solidariza con Guerrero y afirmó que el jugador siempre mostró una "calidad de persona" dentro y fuera de la cancha.
Con información de Reuters
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