Por primera vez, hay más multimillonarios en Asia que en Estados Unidos
Dos días son suficientes para que en el continente asiático un joven empresario y emprendedor se convierta en multimillonario, a sabiendas de que quien accede a esa categoría es alguien que ya tiene en el banco al menos USD 100 millones de dólares. El informe "Multimillonarios: los nuevos creadores de riqueza toman impulso", realizado por las prestigiosas consultoras UBS Group AF y PwC, con el objetivo de comprender las nuevas tendencias y el universo de las personas con una cuenta bancaria de muchos ceros, reveló que por primera vez en la historia hay más asiáticos multimillonarios que estadounidenses. Igualmente la batalla oriente-occidente no está acabada: aún el país de Norteamérica conserva la mayor concentración de riqueza.
Estos datos sólo contribuyen a pensar: ¿qué tienen de diferente las personas de este continente lejano para que puedan generar tales fortunas? Una cifra económica objetiva ayuda a echar luz al tema: la riqueza total de los multimillonarios aumentó 17% en 2016, hasta llegar a USD 6 billones en 2016 -, el doble de la tasa del índice mundial MSCI – Morgan Stanley Capital Investment, según sus siglas en inglés. Teniendo en cuenta que en el informe original se habla de trillones, la traducción correcta de las cifras del trillion estadounidense al español es billón.
Según la investigación, el aumento se dio -entre otros- por el aumento de la clase multimillonaria emergente de Asia y el crecimiento de los sectores industriales, financieros y tecnológicos. Lo que originó un número final de 637 multimillonarios en Asia en comparación con 563 en Estados Unidos.
La idea de que un multimillonario necesita tener una trayectoria extensa, y muchos años como director en una organización, parece haber quedado atrás. Según la investigación , los nuevos elementos que influyeron en este auge de los asiáticos fue el concepto de "red global", con familias y grupos humanos que trabajan juntas en nuevos emprendimientos y con empresarios más jóvenes que utilizan contactos para organizar negocios, generando así un especie de círculo virtuoso y vínculo casi impenetrable.
Por otra parte, el estudio demostró que ya no es suficiente preservar y hacer crecer la riqueza, sino que los multimillonarios actuales sienten la responsabilidad de impulsar el impacto social y económico, y eso significa crear un museo privado para promover el arte o comprar un equipo profesional para promover la pasión por el deporte.
Algunos de los elementos que además impulsaron a estos nuevos multimillonarios fue el auge de la tecnología y la creación de redes sociales, lo que generó la contribución perfecta para que puedan ingresar en el mundo del dinero.
Otro continente que quedó atrás fue Europa, que para finales del 2016 contaba únicamente con 342 multimillonarios – personas con al menos USD 100 millones en el banco- . Sin embargo, no presentó variaciones, sino que lo que se destacó fue la preservación de la riqueza. La riqueza general creció con moderación un 5% – un poco más de USD 1,3 billones- con 24 nuevos multimillonarios y una disminución de 21, un tercio de ellos por motivos de fallecimiento. Esto es congruente con los hallazgos previos de que Europa tiene el mayor número de multimillonarios multigeneracionales.
También se reflejó en el estudio de las consultoras UBS Group AF y PwC el impacto social más amplio de los multimillonarios en lo que respecta a mejorar los niveles de vida, la generación de empleo y proporcionar acceso al capital cultural.
Se podría decir que el efecto de red global fue crucial para el continente asiático, ya que fue a partir de este hecho, y del empuje y la muticulturalidad de las nuevas generaciones que se multiplicó el número de multimillonarios. Otro de los factores que incidieron en este fenómeno fue el interés que demostraron los ejecutivos asiáticos en las inversiones de arte o en deporte, un hecho que en otros reportes no se había observado, lo que hoy se denomina, el acceso al capital cultural.
Se estima que se transferirán alrededor de USD 2.4 billones de riqueza en las próximas dos décadas: la tecnología, la creación de redes sociales y ejemplos destacados de pares filantrópicos han tenido un fuerte impacto en este selecto grupo.
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