Las balaceras en la ciudad de Rosario es un fenómeno violento que creció a niveles impensados y que amerizó la atención directa de la Justicia: tres fiscales especializados en ese tipo de hechos donde se dan a diario una decena de casos.
Ellos son la fiscal Valeria Haurigot y los adjuntos Pablo Socca y Federico Rebola, este último quien interviene en la causa que tuvo como víctima a la familia de Antonella Roccuzzo por los disparos que recibió uno de los supermercados que administra.
Todas se crearon en septiembre del 2020 a partir que se observó un fenómeno violento en aumento por parte de las organizaciones vinculadas al narcotráfico y que es utilizar la violencia como negocio, concretamente balaceras a viviendas particulares pero también a institutos penitenciarios, medios de comunicación, casas de funcionarios y otros lugares.
Desde entonces, esas tres fiscalías intervienen en los múltiples hechos que se dan con un nivel que hoy en día llega a diez casos diarios, según fuentes consultadas por Noticias Argentinas.
Muchas de las balaceras se ha comprobado que fueron ordenadas por un capos narco que están detenidos en cárceles de máxima seguridad, y donde se les secuestraron teléfonos celulares. A "Guille" Cantero, líder de Los Monos, incluso le encontraron una línea fija en su celda de Marcos Paz, un penal de máxima seguridad y del cual se sospecha ordenaba los ataques violentos además del negocio del narcotráfico.
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