Tras la sanción definitiva en la Legislatura de la reforma del sistema previsional, el Gobierno logró la primera victoria de peso en el plano político provincial. Con el impulso en alzas, la intención del Ejecutivo es insistir en la restructuración de ciertas esferas institucionales y la configuración de la Corte Suprema de Justicia, buscaría ser el próximo paso.
El domingo pasado a primera hora, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, mantuvo una reunión con jueces del máximo tribunal. El encuentro, que se extendió por más de dos horas, tuvo como ejes las principales problemáticas que atraviesan los tribunales. Sin embargo, el encuentro se produjo en medio de un vínculo tenso entre ambos poderes, por dos cuestiones que no se trataron explícitamente: la ampliación de la corte y el recambio de los magistrados.
En rigor, la pretensión de la Casa Gris no es sino una transformación del máximo tribunal. Con la mayoría de sus miembros en posibilidad de jubilarse, el Gobierno piensa que es hora de caras nuevas. Pese a ello, en la provincia no rige ningún límite etario, como sí sucede a nivel nacional, para el desempeño como miembros de la corte. Los únicos condicionantes que impone la Constitución santafesina son el impedimento físico o de idoneidad.
Mientras el Gobierno delinea una posible estrategia para dar lugar a los cambios en la Justicia, el presidente de la Corte, Rafael Gutiérrez, admitió no estar es sus planes abandonar el cargo: “Tengo el tramite jubilatorio y lo único que queda es mi renuncia para poder jubilarme, pero no estoy preocupado por cuándo voy a renunciar”, aseguró el magistrado al aire de Sin Mordaza TV.
Gutiérrez aseguró que se debe “a la gente del poder Judicial” y minimizó las críticas del gobierno hacia los magistrados con “coronita”. Además, aseguró que su relación con la administración de Pullaro no es particularmente diferente a las mantenidas con gobierno anteriores: “Me he peleado con todos los Ejecutivos”, espetó el presidente de la Corte, quien recordó su enfrentamiento con el ministro de Justicia y Derechos Humanos del gobierno de Hermes Binner, Héctor Superti, con quien luego terminó en buenos términos.
Integrante de la Corte desde el año 2000, el magistrado puso paños fríos a su futuro dentro del máximo tribunal y aseguró que lo esencial es “cuidar la calidad institucional de Santa Fe”.
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