Tres historias salvajes
11-08-2016 | POLICIALES | INSEGURIDAD
Tres historias salvajes
Un alquiler que terminó en paliza. Una de encapuchados en un geriátrico. Y un comerciante que vive un infierno.
"Sorpresas te da la vida…", dice Rubén Blades en su canción más famosa, la que bien puede ajustarse a lo que pasó esta mañana en barrio Guadalupe.
La secuencia se inició con un hombre, de nombre Carlos, que tiene en alquiler un inmueble ubicado en Alberti al 1200, esto es, en el corazón de la citada barriada.
Minutos después de las 8, el nombrado se encontraba en el lugar para recibir a un supuesto "interesado", en alquilar la vivienda.
Pero quienes aparecieron en escena fueron dos hombres los que, por cuestiones no del todo claras, se lanzaron de manera violenta contra el dueño de casa.
Hubo un recio intercambio de golpes y revolcones por el suelo, hasta que finalmente los recién llegados se dieron a la fuga.
Poco después, llegaron al lugar agentes del Comando Radioeléctrico y de la Policía Comunitaria quienes dieron una primera asistencia al agredido, el que lucía con algunas excoriaciones en el rostro y cuello.
"Los que vinieron fueron dos tipos muy corpulentos", dijo Carlos en un breve diálogo con El Litoral, mientras salía en dirección a la seccional 8ª para realizar la denuncia del caso.
En Santo Tomé
En tanto, varios sujetos irrumpieron anoche en un asilo de ancianos de la ciudad de Santo Tomé donde, tras cometer algunos desmanes, robaron distintos elementos y dinero en efectivo.
Todo comenzó poco antes de la medianoche cuando alguien llamó a la puerta del geriátrico ubicado en 25 de Mayo 1530, de la vecina ciudad.
Una de las encargadas acudió al llamado pero al abrir la puerta se encontró con tres individuos, los que estaban encapuchados y armados.
De un empujón uno de estos rufianes redujo a la mujer y la introdujo dentro del inmueble, al que entraron los demás malvivientes.
En cuestión de segundos, los desconocidos tomaron el control del lugar y, bajo amenazas, mantuvieron a raya a empleados e internos del lugar.
Mientras uno de los maleantes se quedó en planta baja, los demás requisaron las distintas dependencias donde sustrajeron algunos objetos, un televisor y algo más de 30 mil pesos en efectivo, para alejarse del lugar de a pie.
Esta mañana allegados a la institución fueron consultados por este diario aunque se negaron a brindar mayores detalles de lo sucedido.
Una odisea
Por último, es desesperante la situación por la que atraviesa un comerciante de nuestra ciudad el que, desde hace una semana, está siendo hostigado por un violento sujeto.
La pesadilla de este empresario (que ahora la padecen también miembros de su familia) comenzó con un incidente de tránsito menor ocurrido frente a su negocio y que prosiguió luego en la seccional 5ª de Policía.
Lejos de calmarse, el irascible individuo protagonizó nuevas acciones amenazantes (que incluyeron persecuciones callejeras) no sólo contra el comerciante, sino también contra uno de sus hijos.
Indefenso y desesperado el empresario denunció todo en la División Judicial de la Unidad Regional I y en el Ministerio Público de la Acusación, a quien le reclamó que tome cartas en el asunto.
Fuente: SM / El Litoral