Valores y competencias de los CEOs del futuro
28-06-2017 | EMPRESARIAS | CAPACITATE
Valores y competencias de los CEOs del futuro
Qué se espera de los líderes y cuáles son sus debilidades más comunes.
La performance de un Ceo está obviamente asociada a expectativas financieras y de resultados del negocio. Se espera de un CEO una visión global de los negocios, una marcada orientación a resultados, una sólida capacidad estratégica y la habilidad para inspirar y conducir a la organización hacia las metas planteadas.
Quien ocupa la posición de Ceo ciertamente se enfrenta a grandes desafíos, muchos de ellos son propios de este siglo y producto de la disruptividad que van ejerciendo los adelantos tecnológicos, las transformaciones en la comunicación, la velocidad y constancia con las que cambian los escenarios a nivel mundial, las nuevas formas de relacionarse con el empleo por parte de los millennials, la escasez de talento, entre otros.
Quienes trabajamos en consultoría estamos tristemente habituados a visitar empresas en las que vemos expuestos en paredes y cuadros los valores, la misión y la visión de la compañía, mientras observamos, al mismo tiempo, cuán alejadas están las conductas de sus ejecutivos de aquello que se pregona y enuncia con la mejor de las intenciones.
Cuando un Ceo logra mejorar las capacidades organizacionales de su gente para optimizar los resultados del negocio, desde la coherencia del discurso con la práctica diaria se respira en el ambiente organizacional el bienestar de las personas. Cuando las personas perciben claridad y coherencia entre el decir y el hacer en las organizaciones esto se transforma generalmente en una fuente de motivación y pertenencia.
La habilidad emocional es algo que impacta transversalmente en las competencias que se espera de un Ceo o, al menos, debería esperarse. Cabe esta aclaración porque a la hora de tomar la decisión de quién ocupará el cargo muchas veces el foco se inclina acentuadamente hacia las habilidades técnicas, especialmente de índole financiera, lo cual es una condición que realmente reviste suma importancia. Sin embargo, la experiencia demuestra que no parece ser suficiente a la hora de conducir una organización. Las empresas están conformadas por personas y es a través de ellas, que la organización puede transformar sus metas en realidades.
La capacidad de empatía de un líder, su autoconfianza, sus habilidades sociales y sus habilidades de auto observación e introspección serán grandes aliadas de sus habilidades técnicas y conocimientos de negocio y los mercados.
Hoy más que nunca, se requiere Ceos capaces de asumir una actitud de permanente aprendizaje, con la humildad de reconocer aquello que no saben y la apertura de poder recurrir y escuchar la opinión de otros, con la suficiente flexibilidad para apreciar a tiempo la necesidad de cambio e inspirar la innovación.
En definitiva, se espera de un CEO que pueda construir una cultura organizacional que impulse el desempeño de sus recursos con una propuesta que agregue valor al negocio.
PUNTO BIZ
Fuente: SM