Video: así asaltaron a un joven en Liniers
El barrio porteño de Liniers se trasformó en el reino de la ilegalidad. Buena parte de los manteros y puesteros corridos de Caballito, Once, Flores, Floresta y Retiro, entre otros lugares donde habían tomado veredas y calles, se trasladaron hacia allí.
En su último informe, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) los denomina "Maceteros", ya que en vez de tirar una lona en el piso, armaron estructuras más solidas. Es una especie de "Saladita" alrededor de un shopping y en inmediaciones a la estación.
Allí se pueden conseguir desde alimentos por fuera de cualquier norma de salubridad, hasta ropa trucha y celulares manchados de sangre.
Distintos organismos de control, como la Agencia Gubernamental de Control (AGC), la Policía de la Ciudad y Migraciones han realizado varios procedimientos para reprimir esa actividad e intentar reubicarlos en lugares especialmente acondicionados. El trabajo de la CAME reconoce que los puestos callejeros e ilegales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se redujeron "en un 70%", pero quedan nichos importantes de "ilegalidad". Por la noche se trasforma en una verdadera boca de lobo, en parte alentada por el caldo de cultivo generado durante el día.
Un registro de una cámara de seguridad a la que accedió Infobae confirma parte de esto. Las imágenes fueron grabadas en la madrugada de ayer y capturadas por el Centro de Monitoreo de la Policía de la Ciudad.
Allí se observa a una pareja de delincuentes que sin escrúpulos le roban la campera a su víctima aprovechando su estado de indefensión. El damnificado apenas puede mantenerse en pie dado su estado de ebriedad o intoxicación –o ambas- y no mueve un solo músculo para repeler la agresión.
La víctima, según el parte policial, había salido "de un boliche bailable y se quedó dormido en el umbral de una casa" producto de lo que había ingerido, posiblemente en el mismo lugar de recreación al que había asistido.
La lastimosa escena de inseguridad ocurrió en la calle Ibarrola y la avenida General Paz. La campera después del clásico "pasamanos" terminó en poder de una tercera persona que estaba junto a otro presunto grupo de "pirañas" que compartían una "jarra loca" que levantaron del suelo.
Como la detección del ilícito se realizó en tiempo real gracias a la utilización de las cámaras de seguridad, la policía finalmente detuvo al trío de maleantes. Uno de ellos, el que tenía la prenda robada, estaba parado en uno de los puestos ambulantes trucho ubicado en la esquina.
La víctima, menor de edad, finalmente fue trasladada al Hospital Santojanni. Los médicos del SAME lo encontraron "durmiendo y en aparentemente estado de intoxicación" en la esquina de José León Suárez y Rivadavia.
Escenas cotidianas, de la vida real, que a diario ocurren en las calles.
