Violento robo sufrió una anciana discapacitada
19-01-2018 | POLICIALES | SANTA FE
Violento robo sufrió una anciana discapacitada
Una vecina discapacitada fue atacada por un delincuente en su domicilio. En un forcejeo le rompió parte de su silla de ruedas. Se llevó dos relojes de oro, alhajas y dos garrafas
Dramáticos momentos vivió ayer una mujer de 82 años (discapacitada y en silla de ruedas) cuando un delincuente se ganó al interior de su domicilio, la amenazó y forcejeó con ella, hasta que finalmente escapó con algunos objetos de valor. La secuencia se inició a media tarde cuando dos jóvenes llegaron hasta una vivienda ubicada en Pasaje Quiroga al 4100, esto es, una cuadra hacia el este de Avda López y Planes e Iturraspe, en el corazón de barrio Barranquitas.
En dicho inmueble vive Hilda; una jubilada que en sus años de juventud se desempeñó como secretaria del médico y político Carlos Sylvestre Begnis, pero que hoy padece una severa dolencia motriz, motivo por el cual debe desplazarse con una silla de ruedas.
Los recién llegados ofrecieron sus “servicios” como jardineros, pero la dueña de casa no se mostró interesada en contratarlos. Tras la negativa los sujetos se alejaron aunque mascullando algunos insultos. Primera señal.
Minutos después tremenda fue la sorpresa de Hilda cuando uno de estos individuos se le apareció dentro de su dormitorio.
Según se supo el malviviente accedió al lugar previo escalar hasta el techo de la vivienda. Luego se “descolgó” en un pequeño patio lo que le permitió ingresar por una puerta posterior que se encontraba abierta.
Cruel y despiadado
Así se comportó el malviviente que nada le importó la condición de indefensión total de su víctima.
Como un verdadero demonio comenzó a arrojar los cajones de los mobiliarios al suelo, mientras increpaba a la mujer para que revele el lugar donde podía haber algo de dinero
Al fracasar en su búsqueda directamente se lanzó contra la mujer y se puso a “zamarrearla”, con tanta fuerza que rompió un apoya-brazos de la silla de ruedas.
La demencial faena se prolongó algunos minutos hasta que finalmente el desconocido logró abrir un cajón donde dio con dos relojes de oro y algunas otras alhajas de la mujer.
Logrado su objetivo el rufián salió de la casa por la puerta principal donde se encontró con su compinche que estaba oficiando de “campana”. Ambos se alejaron de a pie llevandose además dos garrafas.
El hecho dejó además un dato sugestivo. En la escena del robo los ladrones se dejaron olvidado un aparato de electrocardiografía (Holter), el que se presume habían sustraido desde otra propiedad.
“Casi me mata”
“Pese a todo tengo que estar agradecida que encontró esas cosas, porque sino este tipo me mata”, comentó hoy una resignada Hilda, en diálogo con El Litoral.
Sus palabras fueron compartidas por Jorge, uno de sus hijos también discapacitado que vive con ella, y por Luis, otro de sus hijos, que reside en las cercanías.
Estos últimos revelaron que los robos y asaltos en casas de familia vienen siendo una condena tanto en Barranquitas como en la zona del Parque Juan de Garay.
“La inacción de la policía es más que preocupante. Pasan con las balizas encendidas como para que los delincuentes tengan en claro cuando tienen el ‘terreno’ limpio. A eso se suman los tiroteos y otras escenas de violencia que se dan en plena calle”, dijeron.
Fuente: SM-EL LITORAL